Nuevos ciclos de la vida en la naturaleza
Mostrando nuevas formas de crear muebles más respetuosos con el medio ambiente, “Principios japoneses: diseño y recursos” presenta la Cabbage Chair (o silla repollo, en una traducción libre) creada por el estudio de diseño nendo. Esta silla se produjo a partir de papel descartado utilizado para producir la tela plisada que caracteriza a la marca ISSEY MIYAKE.
Otro ejemplo es el del arquitecto Shigeru Ban, con proyectos que utilizan tubos de papel para crear desde muebles hasta estructuras más grandes como casas. En la exposición el público podrá ver CARTA bench, un banco sin respaldo fabricado a partir de tubos de cartón, que se puede utilizar perfectamente en instalaciones públicas.
El proyecto My football kit, realizado por la empresa Molten en alianza con el estudio de diseño nendo, pretende popularizar el fútbol entre los niños y facilitar el acceso a este deporte incluso en regiones donde no se practica mucho. En lugar de una pelota inflable convencional hecha de materiales plásticos y goma, la propuesta es una estructura de encajes, hecha con resina sintética a base de polipropileno reciclado y elastano, reutilizando recursos que de otro modo serían descartados.
El reciclaje es también el punto de partida del Shellmet, un casco elaborado a partir de residuos de conchas marinas generados en la producción de ostiones de Hokkaido. Pensando en soluciones al problema de la contaminación del suelo por estos residuos, se desarrolló un nuevo material a partir de estas conchas, llamado “shellstic”, que combina carbonato cálcico extraído de las conchas con plásticos reciclados.
En Japón, como forma de reutilizar materiales que podrían convertirse en basura, también existe tecnología para producir materiales de construcción resistentes a partir de restos de comida. Fabula, una startup creada en la Universidad de Tokio, trabaja en la implementación social de esta tecnología, que consiste en deshidratar alimentos, convertirlos en polvo y darles forma mediante compresión térmica. La técnica genera materiales de diferentes resistencias, texturas y aromas, que pueden usarse para innumerables propósitos, dando a los residuos nuevos usos y ciclos de vida.
La madera, uno de los materiales más explorados por la humanidad, también tiene un espacio dedicado en la exposición a partir de la visión de dos creadores de diferentes ámbitos. El artesano Takuya Tsutsumi y el shaper Rodrigo Matsuda desarrollan tablas de surf y skates a partir de madera de árboles cuya corteza ha sido dañada por los osos, perdiendo su valor original y vendiéndose a precios bajos o incluso descartándose. Las tablas de surf y skates que se exhibirán en JHSP están recubiertas con urushi, una laca japonesa extraída del árbol del mismo nombre, para hacerlas hidrófugas e impermeables. Al combinar el urushi y la madera kumahagi (madera dañada por los osos), el producto hace reflexionar sobre los ciclos que involucran a la naturaleza, los animales y las actividades humanas.
Por último, las llamativas características de los troncos con la madera moteada del árbol Mpingo se destacan en el clarinete de la serie “Designed by Nature Clarinet”, de Yamaha. El modelo Kintsugi exhibido en JHSP es un ejemplo del uso de madera que no se usaría para la producción tradicional de diversos instrumentos musicales. Basándose en el kintsugi, técnica que originalmente aplicaba polvo de oro para pegar o reparar cerámicas, esta madera no solo le da a cada clarinete una apariencia única, sino también un sonido particular.