Meriyasu | メリヤス El auge de las telas de punto hechas a máquina
Las telas de punto llegaron por primera vez a Japón durante el periodo de comercio Nanban (1543-1614), cuando se establecieron verdaderas relaciones comerciales con Europa.
Meriyasu, el término japonés que significa tela de punto, deriva de la palabra portuguesa “medias”. Más específicamente, meriyasu se refiere a la tela hecha con una puntada simple que puede estirarse horizontal y verticalmente. Las primeras prendas confeccionadas con tela de punto que entraron en Japón fueron principalmente los calcetines, guantes y ropa interior; sin embargo, a medida que el uso y la variedad de las telas de punto se extendieron a las prendas exteriores y otros artículos, el término meriyasu quedó obsoleto y, desde mediados de la década de 1950, la palabra inglesa “knit” (malla) se convirtió en el vernáculo común.
Samuráis de tela de punto
La producción de meriyasu comenzó en Nagasaki, en el sur de Japón, pero pronto se extendió a Edo, la actual Tokio, donde, debido a la relativa paz y estabilidad de la era Genroku (1688-1704), muchos samuráis comenzaron a hacer telas de punto manualmente para aumentar sus ingresos. La era Meiji (1868-1912) trajo consigo la abolición del sistema de clanes feudales, dejando sin trabajo a muchos samuráis de bajo rango, quienes, cada vez más, comenzaron a fabricar prendas de tela de punto manualmente.
Trabajaban con agujas de bordar y finas agujas de hierro, utilizando hilos de algodón y seda para hacer tabi, calcetines japoneses con una parte separada para el dedo gordo, camisetas, guantes para el manejo de armas de fuego, fundas para los puños y protectores de manos para las espadas junto con otros artículos. Una gran parte de esta producción se llevó a cabo en el distrito de Honjo, en el este de Tokio, donde se encontraban muchas residencias de señores de clanes feudales, los daimyo, quienes, posteriormente, se transformaron en fábricas de tela de punto.
Industrialización
El gobierno Meiji reconoció que la industria textil desempeñaría un papel importante en la industrialización de Japón y fomentó activamente la mecanización y la producción masiva de las telas de punto. Se establecieron fábricas estatales para liderar e inspirar a la iniciativa privada.
En 1870, el empresario Nishimura Katsuzō fabricó en Tokio la primera prenda de tela de punto hecha a máquina en Japón, después de comprar en Estados Unidos un nuevo telar circular para calcetines Komaru. Al año siguiente, adquirió un nuevo telar horizontal de goma para mejorar la calidad de sus productos. Siguiendo ese ejemplo, se crearon muchas fábricas de tejidos equipadas con máquinas similares en Honjo, que llegó a ser considerada la cuna de la industria de la confección de tela de punto en Japón. A medida que la industria se fue desarrollando, se empezaron a utilizar diferentes tipos de telares de tela de punto, como los de doble interfaz y los suspendidos.
Crecimiento del sector de prendas de tela de punto
La modernización de las fuerzas armadas japonesas llevada a cabo por el gobierno Meiji, basada en el sistema occidental, desempeñó un papel fundamental en el desarrollo del sector de las prendas con tela de punto, ya que hubo un gran aumento de la demanda de ropa y accesorios militares de tela de punto.
Después de la reforma, cada nuevo conflicto militar estimuló el aumento de la producción de telas de punto: la Rebelión de Satsuma (1877), la Guerra Sino-Japonesa (1894-1895), la Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905) y la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Al mismo tiempo, el crecimiento de la población urbana y el cambio de estilo de vida en Japón han contribuido a la expansión del mercado de las prendas de tela de punto.
En 1883, el gobierno inauguró el Rokumeikan, un salón que servía como lugar privilegiado para el intercambio cultural con Occidente, y comenzó a promover el uso de prendas importadas de tela de punto. Los jóvenes urbanos adoptaron vestimentas bajo la influencia de la moda europea y estadounidense, y los uniformes que vestían los distintos tipos de trabajadores empezaron a confeccionarse con tela de punto.
La Asociación de Comercio de Meriyasu de Tokio
A medida que aumentaba la capacidad de fabricación de las telas de punto, diferentes fabricantes asumieron la responsabilidad de las distintas etapas de producción por separado: hilado, tricotado, blanqueo y teñido, ajustes y costura.
En 1905, los productores de telas de punto de Tokio, entre los cuales los fabricantes de máquinas y agujas, y los comerciantes de productos de tela de punto, formaron la Asociación de Comercio Meriyasu de Tokio. El número de miembros aumentó de 250 en 1905 a 680 en 1916 a medida que el sector se expandía; esto se debió en parte a la demanda generada por la Primera Guerra Mundial (1914-1918), ya que las fábricas de tela de punto no solo trabajaban para satisfacer las necesidades internas, sino que también exportaban uniformes militares a los aliados europeos de Japón.
A pesar de la recesión que afectó a Japón tras el final de la guerra, la producción del meriyasu siguió prosperando; sin embargo, en 1923 se produjo el Gran Terremoto de Kantō, que causó grandes daños en Tokio y tuvo un impacto devastador en el sector del meriyasu; fueron destruidos más de 9.860 telares y máquinas de coser y hubo cientos de vidas perdidas de trabajadores.
Telas de punto japonesas en la actualidad
Hoy, el término ‘meriyasu’ se refiere específicamente a las telas de punto hechas a máquina, y ‘amimono’, o material de punto, y ‘nitto’, tela de punto y telas, han sustituido la palabra original en el uso cotidiano.
Fundada en 1945, la Tokyo Knit Fashion Association (Asociación de la Moda de Tela de Punto de Tokio) es una organización de pequeñas y medianas empresas y pequeños negocios que producen telas y productos de tela de punto.
Uno de sus miembros, Maruwa Textile Industries, desarrolló su propia tecnología patentada, denominada ‘4-Dimension Motion System’ (Sistema de Movimiento en Cuatro Dimensiones), y la utilizó para diseñar una camisa de tela punto que fue adoptada por la JAXA (Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial) para que sea utilizada por el astronauta Yamazaki Naoko, a bordo del transbordador espacial Discovery en 2010.
Otra empresa integrante, Nakahashi Meriyasu, fundada en 1951 en Honjo, en el barrio de Sumida, Tokio, suministró telas de punto a las casas de moda de todo el mundo. Inspirada en la historia de las prendas de punto en Japón, esa empresa creó una serie de pantuflas reversibles terminadas a mano llamadas ‘Merippa’,una fusión de las palabras ‘meriyasu’ y ‘sandalias’.
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