Los NFT le están dando nueva vida a un pueblo
La ciudad de Yamakoshi en las montañas de Niigata, como muchos pueblos japoneses, se enfrenta a la despoblación. La zona es conocida por sus estanques, arrozales escalonados y también por criar las preciadas carpas koi.
Desde 2004, año en que un gran sismo obligó a muchos de los residentes a evacuar la zona. Esto generó que muchos de los que salieron no volvieran más. Antes del terremoto, Yamakoshi tenía una población de 2 200 habitantes. Actualmente solo viven 800 personas en toda la región y más de la mitad tiene una edad que supera los 65 años.
Desde ese entonces, Haruka Takeuchi dirige el Foro Público de Yamakoshi y ha trabajado a favor de la región por 17 años. Colaborando con las autoridades, intentó aumentar la población local, sin gran éxito. Y con el pasar de los años, los fondos de la prefectura se fueron agotando.
“Sentí que ya no contaba con más opciones, pero no me desanimé. El pueblo de Yamakoshi tiene un espíritu inquebrantable. Había que preservar a toda costa la identidad del pueblo.” Comenta Harumatsu Takeuchi.
Takeuchi tuvo la idea de usar el arte NFT para ayudar a Yamakoshi. Lanzó el proyecto con una subvención gubernamental. Utilizaron como inspiración para el arte original de Yamakoshi, las carpas koi, con la colaboración de los artistas emergentes Okazz y Raf que crearon dos diseños básicos para los NFT.
Cuando se renuevan los datos, un algoritmo cambia el color de los NFT y se puede jugar con la forma de las imágenes. Los NFT no son solo divertidas obras de arte, sus dueños son reconocidos como aldeanos digitales de Yamakoshi, lo que aporta un carácter de pertenecer al lugar al que están apoyando por medio de la compra de este activo. Y al mismo tiempo pueden participar en diversas actividades de apoyo a la región.
Para adquirir estas NFT, los interesados realizan la compra con moneda digital y las ganancias se dividen entre los artistas y la revitalización.
“Incluso quienes no viven aquí pueden apoyar a la región. Si podemos hacer que la gente se identifique con el pueblo, creo que la respuesta será muy positiva.”
Uno de los que adquirió un NFT de Yamakoshi es el fotógrafo profesional Sho Hirose, que ya había visitado la región varias veces por motivos laborales.
“Todas las personas que conocí eran cálidas y acogedoras. Terminé enamorándome de la zona. Creo que es genial poder ayudar a la región poseyendo uno de sus NFT.”
Actualmente Yamakoshi tiene más de 900 aldeanos digitales, lo que significa más que el número de habitantes.
“Es como una comunidad de simpatizantes superpuesta a la comunidad real.Las dos capas crean una sola entidad unificada. Quería ver si podíamos crear una especie de Nación Yamakoshi”
El profesor Okajima estudia las cadenas de bloques en la Universidad de Chuo y comenta sobre la experiencia de Yamakoshi con los NFT.
“La gente puede apoyar al pueblo y tener voz en sus asuntos. El lado lucrativo de las NFT llama la atención, pero Yamakoshi encontró una forma estable y positiva de obtener beneficios de los NFT.”
Con esto se puede ver que se tiene una conexión real entre la comunidad de simpatizantes, los lazos humanos que generan los visitantes aportan vitalidad a la región y al mismo tiempo motivan a sus habitantes a producir y continuar trabajando por el bienestar de la comunidad.
Durante la temporada de primavera, se realizan mercados con los productos locales, tanto de las cosechas como de algunas producciones caseras. Esto motiva a los aldeanos virtuales a visitar la región y conocer un poco más del lugar al que apoya.
“Tal vez al convertirnos en aldeanos digitales sentimos que hemos adquirido una segunda tierra natal. Si este sistema se extendiera a todo Japón creo que podría enriquecer la vida de la gente.” Comenta Nao Higashimura, aldeana digital.
Otros aldeanos como Takeuchi y Hirose, hacen transmisiones en directo desde el mercado, mostrando dos de los símbolos de Yamakoshi: la carpa koi y un tipo de pimiento.
Una de las curiosidades que llama más la atención, es la relación de familia que se crea entre los pobladores y los aldeanos digitales. Cuando se encuentran en eventos como estos es posible apreciar la proximidad y el respeto que se tienen. Y esto se refleja en el comentario de los propios habitantes de la región.
“Es fantástico para nosotros también. Todos somos mayores. Es bonito ver a tantos jóvenes.”
“Creo que es estupendo. La gente de nuestra edad no sabe usar internet para la comunicación. Necesitamos el apoyo de los jóvenes. Nosotros podemos quedarnos aquí y preservar la cultura de la región. Creo que cada uno de nosotros tiene un papel que cumplir.” Comenta la señora Igarashi Natsuko
La tecnología y la imaginación pueden crear una nueva comunidad. Esto puede motivar a otras regiones que están sufriendo con la despoblación y volverse referencia como alternativa de promover otras regiones de Japón.