DŌ: en camino a la virtud en Perú
Como parte del contenido que complementa la exposición “DŌ: en camino a la virtud”, actualmente en exhibición en la ciudad de Lima en Perú, Japan House São Paulo entrevistó al Sr. Futoshi Urata, un inmigrante japonés que escogió San Juan de Lurigancho como el lugar en el que desea enseñar las artes marciales.
El camino del judo
El judoka Futoshi Urata nació en Japón y desde pequeño se interesó por las artes marciales. Con tan solo 10 años encontró en el judo una manera de tener disciplina, experiencia y mejorar su liderazgo. Con el paso del tiempo se convirtió en entrenador de la categoría nivel A (la máxima categoría en Japón) y 6to de Kodokan. Posteriormente fue entrenador de la Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón (2004 a 2017) donde era entrenador de judo de los oficiales.
Tuvo la oportunidad de participar en una beca de JICA (Agencia de Cooperación Internacional del Japón) en la que trabajó como voluntario enseñando judo a niños y jóvenes en el distrito limeño de San Juan de Lurigancho. Una experiencia que sin duda le cambió la vida
“La gentileza de las personas, el clima, la comida y sobre todo la sensación de realización y la misión de enseñar judo en el extranjero. Fue una combinación de esos sentimientos que me hizo desear mudarme para Perú, cuando terminase mi tiempo como voluntario.” comenta Futoshi Urata.
Fue al volver a Japón que el señor Urata decidió que su camino ahora apuntaba en dirección a Perú y buscó una manera de volver al país que lo había acogido. Se jubiló de su trabajo en la Fuerza Aérea de Autodefensa y se embarcó en una nueva aventura.
El Perú y sus desafíos
Al mudarse, comenzó como profesor de lengua japonesa en el colegio Gakusei. Posteriormente entró en contacto con la Federación Deportiva Peruana de Judo, en la cual se presentó y consiguió obtener el permiso para poder ser entrenador en el país. Ese fue el comienzo del Club de Judo Kyoei Kan, en el colegio Gakusei ubicado en el distrito limeño de San Juan de Lurigancho, en febrero de 2018.
El señor Urata cree en el desarrollo humano a través de la práctica de judo y complementa esta idea señalando
“Mi objetivo es ser alguien capaz de educar a través de actitudes y no solo con palabras”
Desde su primera visita al país, pudo percibir que el Perú tiene una gran cultura y que con el pasar de los años el poder económico mejoró, enriqueciendo a las ciudades, pero al mismo tiempo el desarrollo personal de sus habitantes no acompañó este crecimiento. Lo que lo hizo pensar en cómo el verdadero objetivo del judo es el desarrollo humano.
“Creo que mi contribución social es mostrarle el judo a la mayor cantidad de personas posibles y educarlos para que sean independientes y puedan contribuir con la sociedad. El Perú tiene su cultura propia y no tengo ninguna intención de cambiarla, las personas aquí se mostraron realmente impresionadas con la cultura japonesa y el espíritu de valorar la disciplina. ”
Kyoei Kan
El dojo fundado el 14 de febrero de 2018 ya pasó por diversos momentos, entre ellos la crisis de salud pública de la COVID-19, en la que muchos de los alumnos no podían participar de las actividades, algunos inclusive se vieron afectados por la enfermedad. Esto no desanimó al señor Urata, se esforzó en mantener el club funcionando, manteniendo así su compromiso educativo. Muchos de los alumnos continuaron practicando virtualmente durante la pandemia, lo que hizo que los padres de familia de los estudiantes comenzaran a apoyar el proyecto.
“Continuaremos firmes en nuestro trabajo de desarrollo humano a través del judo, creo que estamos causando un impacto positivo a esas personas.”
Actualmente (julio de 2023) el club cuenta con 47 miembros de diversas edades que participan de eventos a nivel nacional. Y los padres de los alumnos apoyan el proyecto y las actividades del club.
"Con frecuencia me dicen: ¡Por favor, enséñele eso a mis hijos!” Comenta el señor Urata.
Perspectivas, iniciativas y trabajo a futuro.
El ejercicio es importante para mantener el cuerpo y la mente en armonía. No solo para mantenerse en forma, también previene enfermedades relacionadas al estilo de vida y alivia el estrés. Para los niños el ejercicio ayuda en el desarrollo de las habilidades motoras finas y gruesas. Esta es de las principales razones para que los niños y jóvenes practiquen actividades físicas.
Las iniciativas que ayudan a mostrar más el deporte y las artes marciales son una forma de llegar a más personas, eso ayuda a los que como el señor Urata intentan enseñar y mejorar el estilo de vida de las personas, los beneficios y los aspectos positivos. Y al mismo tiempo, los proyectos como la muestra de la Japan House São Paulo, ayudan a que más personas tengan acceso y se encanten con el poder que tienen las artes marciales.
El trabajo del señor Urata continua de esta manera la oportunidad para muchos niños y jóvenes que puedan conocer más acerca del Judo y las artes marciales japonesas.
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